En la década de 1960, un grupo radical de psicoterapeutas desafió la influencia de las ideas freudianas en Estados Unidos. Se inspiraron en las ideas de Wilhelm Reich, un alumno de Freud, que se había vuelto contra él y era odiado por la familia Freud. Creía que el yo interior no necesitaba ser reprimido y controlado. Se debe animar a que se exprese.

De aquí surgió un movimiento político que buscaba crear nuevos seres libres de la conformidad psicológica que había sido implantada en la mente de las personas por los negocios y la política.

Este programa muestra cómo esto se desarrolló rápidamente en Estados Unidos a través de movimientos de autoayuda como Erhard Seminar Training de Werber Erhard, en el ascenso irresistible del yo expresivo: la Generación Yo.

Pero las corporaciones estadounidenses pronto se dieron cuenta de que este nuevo yo no era una amenaza sino su mayor oportunidad. Les interesaba alentar a las personas a sentir que eran individuos únicos y luego venderles formas de expresar esa individualidad. Para ello recurrieron a técnicas desarrolladas por psicoanalistas freudianos para leer los deseos internos del nuevo yo.