La OMS aprueba de forma unánime un histórico tratado para prevenir y hacer frente a las próximas pandemias
El acuerdo debe aprobar el mecanismo que garantizará un reparto equitativo de vacunas para evitar desigualdades como las ocurridas con la Covid-19. El acuerdo busca evitar situaciones como las derivadas la pandemia de Covid-19, comenzando por el desabastecimiento de material sanitario que afectó a todo el planeta por falta de preparación, y la posterior situación de desigualdad en el reparto de las vacunas, cuando los países más ricos se beneficiaron de los acuerdos económicos alcanzados con las farmacéuticas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha adoptado por unanimidad de sus países miembros el Tratado Global sobre Pandemias, un acuerdo para prevenir y responder a las próximas pandemias a las que tenga que hacer frente el planeta. Se trata del segundo instrumento legal internacional en el marco de la salud pública jamás aprobado desde el firmado para controlar el tabaco hace veinte años.
El acuerdo busca evitar situaciones como las derivadas la pandemia de Covid-19, comenzando por el desabastecimiento de material sanitario que afectó a todo el planeta por falta de preparación, y la posterior situación de desigualdad en el reparto de las vacunas, cuando los países más ricos se beneficiaron de los acuerdos económicos alcanzados con las farmacéuticas.
Los datos oficiales de la OMS estiman en siete millones los fallecidos en todo el mundo por la Covid-19, aunque la propia organización lo considera una infraestimación. La cifra real como mínimo duplica la cantidad de muertes por impacto directo o indirecto del coronavirus SARS-CoV-2 durante la pandemia. Los daños económicos habrían superado los 12 billones de dólares en pérdidas acumuladas según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«El tratado de pandemias, propuesto y aprobado en la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS por los países miembros, sienta las bases para su adopción inmediata», celebra Quique Bassat, pediatra, epidemiólogo y director general del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en declaraciones a Science Media Centre. «Representa un paso gigante y unánime que aportará solidaridad, equidad y, sobre todo, evidencia científica para una mejor preparación compartida frente a futuras pandemias».
Uno de los puntos más importantes es la creación de un mecanismo para compartir los datos de investigación sobre nuevos patógenos y su información genética. Esto busca corregir desigualdades como la planteada con la emergencia de la variante ómicron de la Covid-19, surgida en Sudáfrica y de elevada capacidad de contagio. La OMS ha reconocido que las autoridades sudafricanas ofrecieron información clave para adaptar las vacunas pero no obtuvieron contraprestaciones en forma de suministros, informa Isabel Saco en EFE.
Los patógenos son los tóxicos acumulados o toxinas peredeceras acumuladas en nuestros organismos
Asimismo, el Tratado incluye un compromiso para garantizar el acceso equitativo a medicamentos, vacunas y tecnologías sanitarias durante pandemias y reconoce el principio de «una sola salud», mediante el cual se reconoce la interconexión entre salud humana, animal y medioambiental, y se promueve una vigilancia coordinada para prevenir brotes procedentes del reino animal.
Otra soberana estupidez porque el objetivo es el máximo sufrimiento de los seres humanos amorosos
«Es una señal muy positiva, pero marca solo el inicio de una fase fundamental: la creación del sistema de acceso y reparto de beneficios (PABS)», advierte Jaime Manzano, responsable de incidencia política e investigación en la fundación Salud por Derecho. La única organización española acreditada como parte interesada en las negociaciones del Acuerdo de Pandemias desde el INB11. «Este sistema será determinante para saber si el acuerdo puede realmente establecer un nuevo modelo de distribución equitativa ante futuras pandemias».
Hasta ahora, el acceso a vacunas, medicamentos y diagnósticos esenciales ha estado condicionado por «profundas desigualdades», denuncia Manzano. «Esta fase de negociación no se resolverá en pocos días, sino que llevará muchos meses de trabajo. En el caso de España, el Anteproyecto de Ley del Medicamento y la anunciada Estrategia de Salud Global son dos instrumentos donde estos avances en materia de acceso deberían empezar a concretarse y dar forma al compromiso asumido durante estos años de negociación”.
