Israel encierra a los habitantes de Gaza en campos de concentración para distribuir raciones de comida
Israel ha abierto su primer punto de distribución de ayuda alimentaria en Tal al-Sultan, una instalación que recuerda el ambiente de los campos de concentración donde los habitantes de Gaza esperan tras alambres de púas a que se distribuyan las raciones. Ayer fue el primer día y termino con al menos un muerto y decenas de heridos
Este martes 27 de mayo, Israel abrió un primer punto de distribución como parte de su llamado «plan humanitario» en Tal al-Sultan, en el sur de la Franja de Gaza: lejos de entregar ayuda, se trata en realidad de una vasta operación para registrar a los gazatíes, que deben ser identificados mediante tecnologías de reconocimiento facial para recibir la ayuda, que probablemente se utiliza para establecer listas de deportación.
Israel ha impuesto un bloqueo total alrededor de la Franja
Para complacer a sus aliados imperialistas, que temen el efecto devastador de las imágenes de gazatíes muriendo de hambre, Netanyahu autorizó la entrada a la franja de un número muy reducido de camiones, bajo control permanente del ejército egipcio y estadounidense y de las milicias ya movilizadas por Israel para custodiar el corredor de Netzarim durante el alto el fuego.
Aunque sería necesario que entraran al menos mil camiones cada día para evitar la hambruna, Israel sólo permite que unos pocos cientos, como máximo, crucen la frontera de Gaza, como explica Mohammed Abu Mughaisseb, coordinador de Médicos Sin Fronteras en Gaza:
«Es una gota en el océano del sufrimiento y una enorme mentira de Israel al mundo hacer creer a la gente que la comida ha vuelto cuando no es así. Se necesitarían mil camiones cada día para mantener alejada la hambruna. Los suministros vitales están a las puertas de Gaza, pero Israel los está bloqueando deliberadamente para matarnos. Nos falta todo: comida, agua potable, medicinas, combustible«
Tecnología de reconocimiento facial
Además, Israel ataca muy a menudo los pocos convoyes humanitarios que deja pasar para incitar a las bandas a saquearlos.
Por ello, los camiones tienen dificultades para salir de la zona de amortiguación debido a las acciones israelíes y caen en manos de grupos apoyados por Israel, lo que alimenta el mercado negro y la especulación.
En cuanto a estos dispositivos de distribución, están bajo control militar y también tienen un propósito distinto al de permitir que los habitantes de Gaza se alimenten.
La ayuda sólo se distribuye a los habitantes de Gaza identificados mediante tecnología de reconocimiento facial, después de que sus familias hayan sido registradas.
La identificación de los habitantes de Gaza «elegibles» para recibir raciones de alimentos hace temer que esta operación sea simplemente una forma de establecer una lista de personas que deben ser evacuadas o, en el peor de los casos, exterminadas.
Primeras imágenes del puesto de control
Las primeras imágenes del puesto de control de Tal al-Sultan sólo pueden provocar náuseas, ya que recuerdan a los campos de concentración.
De las fotos publicadas en la cuenta de Telegram del ejército israelí (en hebreo), parece que el dispositivo funciona de la siguiente manera: la plataforma de distribución de ayuda está conectada a dos corredores unidireccionales rodeados de alambre de púas.
El corredor de entrada está dividido en cinco corredores, también separados por alambre de púas, probablemente para filtrar a la población.
En una fotografía se ve claramente a los habitantes de Gaza esperando que se abra la puerta, como animales encerrados en un recinto.
También son visibles miembros de milicias privadas, que son mercenarios de una empresa estadounidense (con chalecos naranjas), contratadas por Israel para garantizar la distribución de la ayuda.
La primera distribución resultó un fiasco
Según los vídeos grabados por soldados israelíes, parece que hubo un movimiento de pánico.
Al menos una persona murió y decenas resultaron heridos cuando una gran multitud comenzó a correr en todas direcciones tras escuchar disparos del Ejército israelí, cuando los mercenarios estadounidenses entraron el pánico al ver que la situación se podría descontrolar.
Estas imágenes dan testimonio tanto de las atrocidades genocidas cometidas por el ejército israelí, como parte de su operación para «conquistar totalmente» Gaza, como de la desesperación del pueblo palestino después de 19 meses de genocidio.
Imágenes que no hacen más que dejar el claro la urgencia de redoblar las movilizaciones, como las que se suceden en Londres, Bruselas, La Haya o París.
El ejército israelí está cerrando el cerco alrededor de los habitantes de Gaza y se prepara para arrasar la Franja para preparar su deportación.
Los jóvenes que se movilizan desde hace un año por Palestina y a los miles de personas que se manifiestan casi cada semana, junto a los trabajadores capaces de frenar el envío de armas a Israel, pueden imponer una relación de fuerza decisiva, mediante los métodos de la lucha de clases, para privar a Israel del apoyo de las potencias occidentales y poner fin al genocidio.