El peligro del aumento en los precios de los alimentos

Larry Fink (BlackRock) alerta: «Hablamos mucho de los precios de la gasolina, pero el mayor problema es la comida»

El famoso dicho ‘que los árboles no impidan ver el bosque‘ parece estar cumpliéndose con la inflación y así lo ha advertido una de las grandes voces de esas que los mercados escuchan con atención. Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock, ha alertado de que se está hablando mucho del petróleo y los precios de la gasolina mientras no se presta atención al acuciante riesgo que supone una comida con precios prohibitivos.

De Wilson Center – Wilson Center, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=58304412

Según Fink, las dramáticas subidas de los precios del petróleo y otras materias primas tras la invasión rusa de Ucrania han distraído a los inversores del impacto duradero y más peligroso de la inflación alimentaria. «Lo único que me preocupa y de lo que no se habla lo suficiente es de los alimentos», ha dicho en unas declaraciones al Financial Times. «No es solo una preocupación por la inflación. También hay preocupaciones geopolíticas que se derivan de esto».

La cara visible de BlackRock ya avisó hace justo un año que la inflación no sería transitoria.

Los precios de la energía, la gasolina y los insumos agrícolas derivados del petróleo se dispararon a principios de este año, cuando las naciones occidentales impusieron sanciones a Rusia tras la invasión. Los costes de los cereales y el aceite comestible también se vieron afectados, ya que Ucrania es un gran exportador de aceite de girasol.

Sin embargo, recientemente se ha empezado a dar un cambio de rasante. El petróleo ha empezado a bajar esta semana hasta los niveles anteriores a la invasión, puesto que los comerciantes se preparan para un fuerte descenso del consumo (la destrucción de la demanda aparece en el horizonte). En cambio, la inflación de los precios de los alimentos sigue siendo obstinadamente alta. Las cifras del IPC de EEUU correspondientes a junio muestran que el precio de los trozos de pollo y la harina han subido cada uno cerca de un 20% en términos interanuales, y la margarina se ha disparado un 34%. De cerca le siguen los huevos con un repunte por encima del 33% interanual.

«Hablamos mucho de los precios de la gasolina porque es lo que afecta a los estadounidenses, pero el problema mayor es la comida», ha insistido Fink. «Se ha producido una tremenda destrucción de tierras de cultivo en Ucrania… A nivel mundial, el coste de los fertilizantes ha subido casi un 100% y ese coste adicional está reduciendo la cantidad de fertilizantes utilizados en la agricultura. Eso está perjudicando la calidad de la cosecha en todo el mundo», explica el ‘primer espada’ de BlackRock.

Aunque la bajada de los precios del petróleo ha empezado a repercutir en el precio de las gasolineras para los automovilistas, las empresas de bienes de consumo siguen viendo los altos costes de los insumos. Es probable que cualquier descenso de los precios de los fertilizantes llegue demasiado tarde para impulsar las cosechas de alimentos de este año. El Banco Mundial ya pronosticó, tras la invasión de Ucrania, que los precios mundiales de los alimentos aumentarían un 20% este año, muy por encima de las materias primas.

El impacto es especialmente grave en África, que suele importar grano de Ucrania, además de producir sus propios alimentos. Los precios de los fertilizantes han subido un 300%, y el continente se enfrenta a una escasez de 2 millones de toneladas métricas, según el Banco Africano de Desarrollo. Ha aprobado un programa de 1.500 millones de dólares para ayudar a los agricultores a subsanar la carencia, pero advierte que la producción total podría caer un 20% este año.

Danske Bank: «A consecuencia de las condiciones meteorológicas adversas, la escasez de fertilizantes y las sanciones e interrupciones de la logística relacionadas con la guerra en Ucrania, los precios de los alimentos han alcanzado nuevos máximos históricos»

En Europa la situación también es preocupante. «El aumento de la inflación de los precios de los alimentos en la zona del euro ha sido más rápido de lo habitual y ha superado el aumento que suponen las subidas de los precios de las materias primas, debido a una combinación de mayor capacidad de fijación de precios, aumentos generalizados de los costes de los insumos y depreciación del euro», señalan los economistas de Danske Bank en un boletín de primeros de mes.

«Como consecuencia de las condiciones meteorológicas adversas, la escasez de fertilizantes y las sanciones e interrupciones de la logística relacionadas con la guerra en Ucrania y Rusia, los precios mundiales de los alimentos han alcanzado nuevos máximos históricos. A corto plazo, esperamos que la inflación de los precios de los alimentos de la eurozona siga aumentando durante el verano y se mantenga en niveles superiores al 8% al menos durante el resto de este año, ya que el aumento de los costes de los insumos sigue ejerciendo una presión al alza», añadían.

Mientras que algunos fabricantes de productos de consumo y minoristas de alimentación se muestran esperanzados en que la inflación de los precios de los alimentos comience a remitir, otros se preparan para lo peor. El fabricante de aperitivos Mondelez está viendo tanta inflación y «problemas de disponibilidad» de aceites comestibles y cereales que «estamos estudiando una formulación flexible para asegurarnos de que podemos sustituir algunos ingredientes y componentes que escasean por algo que esté más disponible», dijo el mes pasado Luca Zaramella, director financiero.

Fuente: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/11871776/07/22/Larry-Fink-BlackRock-alerta-Hablamos-mucho-de-los-precios-de-gasolina-pero-el-mayor-problema-es-la-comida.html

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